martes, 29 de julio de 2014

La vida de un psicólogo... algo así.

El trabajo con personas es mucho más complicado de lo que algunos piensan. Si eres parte de alguna rama de la medicina, si eres psicólogo (lo cual podría estar dentro de lo anterior, pero algunos prefieren separarlo), si has estudiado derecho, o incluso si trabajas como mesero, vendedor, etc. sabes de lo que hablo. Ok, las otras carreras no se quedan atrás, pero es que es distinto que el trabajo sea directa y constantemente con las personas que a través de objetos o redes virtuales.


Enfoquémonos en la segunda carrera mencionada, ya que es en la que me metí hace (casi) 5 años... Piscol... digo, Psicología :) /mala broma, lo sé, pero así lo leyó una de las pequeñas de mi centro de prácticas hace poco y me pareció gracioso, aunque ella no lo entendió/

Creo no equivocarme cuando digo que cada profesional, cuando ya está haciendo prácticas y se enfrenta con la realidad en la que se ha metido, piensa "Mi carrera es la más difícil, no puedo imaginar a nadie haciendo lo mismo" bueno, es porque no se ha puesto en los "zapatos de otro" y es que cada uno nos toca experimentar en algún momento de nuestras vidas con toda clase de personas... y cuando digo toda clase, es toda clase de personas... Pero generalmente es de un "qué tal, ok, adiós (espero no volverte a ver jamás en mi vida entera)" lamentablemente, con los psicólogos no es así, debemos "mantener una postura" ante estas personas ya que por algo nos buscan, hay algo mal en ellas que anda mal en sus vidas y necesitan desfogarse y /o encontrar una solución (acoto aquí que el "y/o" se usa, porque hay personas tan testarudas u orgullosas que prefieren no ver el problema y simplemente desfogar para luego volver a caer en ello, pero de eso ya hablaré en otra entrada) y si no es lo que están buscando simplemente ponen una terrible/horrible/medachucaque/meojearon/fea expresión y se van, o para ser más profesionales, los derivamos a un colega que pueda manejar su caso.

Hay que tener en cuenta aquí que a diferencia de los doctores o los abogados que son personas mágicas con una inteligencia divina que llegó al cliente para salvarle la vida (pensamiento tomado del 89.9% de los seres humanos) los psicólogos son (aun no me incluyo) personas que ("bué" quizá sea bueno que vaya, "bué" quizá "sí estoy loco", "bué" si no hay otra opción...) quizá te ayuden o tal vez te empeoren... quién sabe, después de todo, tú fuiste criado sin necesidad de ir a un psicólogo, tus padres, tus tíos, abuelos y tatarabuelos no tuvieron la necesidad de ir a un psicólogo y míralos que bien están ahora, claro que si no fuera porque toman alcohol todos los fines de semana y una hora al día después del trabajo, o lloran el día entero sólo porque no encontraron al gato o porque deben tomar pastillas para dormir, estarían perfectos... no?

Me dedico a la rama educativa, porque siento que así es más sutil el decir "oye, tú y tu familia necesita urgentemente darse cuenta de algunas cosas para poder continuar estables" aunque algunas personas toman el hecho de tener a su disposición a una psicóloga como si fuera "Oh, tú mágicamente sanarás a mi hijo de su manía de morderse las uñas, sólo necesitas usar tu varita y mi hija dejará de cortarse las venas, usa tu capa mágica y vuelve a mi hijo mejor en matemáticas" claro, gente, así trabajamos nosotros... con magia! :D y eso es algo que sólo piensan las madres (y de vez en cuando un padre) de familia? ¡NO! Las docentes también... no todas, claro... pero en la poca experiencia que tengo, me he dado cuenta de tres tipos de docentes cuando de intervenir en el trabajo psicológico de sus alumnos se habla: Aquella que está dispuesta a entregar todos los materiales y aprender de lo que se hace, aquella que te escucha cuando se trata de un caso esencial para la paz del salón y se va cuando trabajas con todo el aula, y aquella que simplemente te otorga los casos, pero que está harta de esos niños y que si por ella fuera, te los regalaría para no tratarlos más, pero los quiere igual. Sé que hay más mezclas, pero aún las voy descubriendo poco a poco.

En fin, el trabajo directo con personas no es fácil, hay que saber acoplarse a ellas, sin juzgar, simplemente mantener un pensamiento divergente lleno de posibilidades, porque en esta vida puede pasar de todo y aquellos que estamos involucrados totalmente en ello, podemos dar fe que es verdad. El trabajo directo con personas no es fácil, pero es algo hermoso y gratificante el saber que estamos contribuyendo con algo para hacer que las cosas mejoren.

Dejaré un corto que me pasaron hoy para un mayor entendimiento... quizá de eso también hable en otra entrada :) Por ahora sólo digo: Disfruta de la profesión que tienes y sonríele a la vida por las cosa que te da.